Cuando pesaba 160 kilos y me sentía muy, pero muy mal, no sabía bien como arrancar la dieta, desayunaba muhcos hidratos de carbono, muchas grasas (medialunas, bizcochos, etc.)
Todos sabemos lo importante que es empezar bien el día, de ese comienzo de día dependerá, en gran medida, el resultado que obtengamos al final de él. Y no fueron mis médicos, ni ningún profesional el que me resolvió el problema de las "mañanas" sino una amiga, Solita, que obraba de entrenadora Personal y me acompañaba a caminar, cuando en una hora solo podía hacer 1400 metros y debía parar dos o tres veces para lograrlo. Ella, conocedora de este tema, me sugirió que arrancara el día con una suculenta ensalada de frutas y horas despues si tenía apetito me tomara un yoghurt o un café "cortadito" y listo. Y de verdad sirvió, me sirvió muchisimo, la fruta da una sensación de saciedad y sin muchas calorías.
Buena vida y espero que sirva la experiencia
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