sábado, octubre 23

Hombres con mala alimentación heredan problemas de salud a sus hijos

Dieta alta en grasa cambia expresión de genes en los padres, quienes transmiten esa herencia a sus hijos.

No sólo el color de sus ojos o la forma de su nariz pueden heredar los papás a sus hijos. Si el padre se alimenta mal antes de la fecundación también podrá legarle, sin querer, sus propios problemas de salud. Es decir, una condición de origen ambiental y no genético puede ser heredada a la descendencia. El descubrimiento realizado por investigadores de la U. de Nueva Gales, en Australia es publicado en la revista Nature.
Los académicos querían saber cómo una alimentación alta en grasas en un individuo podía afectar la salud de su descendencia. Para esto seleccionaron a ratones de laboratorio. Mientras las hembras consumieron una alimentación balanceada, a los machos se les suministró una dieta rica en grasas. Como era de esperar, estos individuos aumentaron su peso, adquirieron una mayor cantidad de tejido adiposo, además de resistencia a la insulina e intolerancia a la glucosa.

No fueron los únicos. Las crías hembras de los ratones que consumían una dieta rica en grasas también desarrollaron intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina Eso, a pesar de que no tenían sobrepeso, lo cual indica que los problemas metabólicos no se debían a las características propias de su organismo. Los investigadores estiman que el mismo proceso debiera producirse en los hijos machos.
"Este es el primer reporte de una transmisión no genética de las consecuencias metabólicas de una dieta alta en grasa de padres a hijos", dice Margaret Morris, autora principal del estudio.
Los científicos analizaron el páncreas de las ratas descendientes y descubrieron que las células de los islotes pancreáticos, unas estructuras encargadas de la producción de la insulina, presentaron cambios en 600 genes. Eso sí, no se trataba de mutaciones asociadas a cambios en la codificación del ADN, sino de cambios en la expresión de estos genes por causas externas. "Lo que podría estar ocurriendo es que, en el fondo, los genes eran de una persona flaca y por haber estado expuesto a una dieta alta en grasa su material genético sufrió una transformación y se dañó", explica Verónica Iribarra, nutrióloga del Centro de Tratamiento de la Obesidad de la Universidad Católica.
En este caso, una dieta alta en grasas aumentaría la temperatura de los testículos, lo que desencadenaría el daño en el material genético de los espermios.
Iribarra dice que un buen ejemplo de los cambios epigenéticos (variaciones en la expresión de los genes gatilladas por el estilo de vida) son los indígenas pima que viven en América del Norte y Central. Los pima de EE.UU., expuestos a una dieta alta en grasas y a un estilo de vida sedentario, tienen una prevalencia de diabetes de un 50%. En los pima de México, más activos y con una alimentación más saludable, la enfermedad afecta a sólo un 5% de la población. De allí que la experta afirme que la mayor predisposición a la obesidad heredada de los padres puede ser contrarrestada con una alimentación saludable y más deporte.
FUENTE diario.latercera.com

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