La obesidad es un flagelo, una enfermedad invalidante en muchos casos, una pandemia, un “resultado” de la “ecuación” que nos impone esta sociedad consumista, sedentaria y egoísta.
La obesidad también es un estado de ánimo, ¿no te pasa que algunas veces sientes que estas más gordo o gorda y otras veces no? Ahí juega un rol importante tu ánimo, como te sientes, como percibes la vida y como te perciben los demás. Es muy importante que tu ánimo este optimo, cosa realmente difícil cuando uno está con tantos kilos de más, por eso hay que recurrir a profesionales que nos ayuden a mantener alta nuestra estima y rodearnos de la gente que nos ayuda y nos hace bien, compañeros, parejas, amigos que estén comprometidos con nuestro proceso de recuperación y no se conviertan en obstáculos, sino, en medios para llegar a la sanidad.
Así las cosas debemos decir estamos mal, pero sintámonos bien, eso hará que, en algún momento, estemos bien.
Dios los bendiga.