
Los que siguen este blog se habrán dado cuenta, si chequearon la barrita celeste con una balaza que esta bajo del logo que lleva cuenta de mi progreso en mi dieta, que en los últimos 24 días he bajado solo un par de kilos. ¿es una meseta? NO!!! no lo es. ¿entonces?. Entonces nada, tengo que empezar a hacer
ejercicio físico, llevo bajado casi 40 kilos y no me he movido casi nada, camino más, mucho más que antes, antes no caminaba ni una cuadra hoy camino diez sin mosquearme, pero no alcanza estos 20 kilos que se entrometen entre mi meta y yo los debo bajar con algo de esfuerzo físico. Esto que les cuento no se me reveló hoy, no bajó un angelito y me lo susurró al oído, para nada, esto yo lo sé desde hace mucho, sucede que soy muy vago, muy flojo, perezoso digamos (que obeso no lo es) y me cuesta mucho empezar con las actividades físicas.
Hace un par de días me puse a pensar que hacer y comencé a descartar ¿caminar? me aburre, no me gusta, ¿aparatos? ¿musculación? me extenúan y me puedo lesionar, hace años que nos los toco, ni les paso cerca y, además, tampoco me gustan mucho, lo confieso. ¿y nadar? nadar me gusta, me encanta el agua, así que comencé a buscar información sobre esto y aquí les cuento que encontré y que decidí:
Dentro de las diversas alternativas de acondicionamiento físico, los terapeutas destacan que practicar ejercicios en el agua ofrece numerosos beneficios adicionales: Debido a la condición de flotabilidad, si una persona entrena en una piscina con el agua al pecho tendrá una percepción de su peso corporal de un 25% del mismo.
Esta cifra se reduce a un 10% si la gimnasia se realiza con el agua al nivel del cuello. Esta condición es muy provechosa para quienes padecen problemas articulares, así como para embarazadas y obesos, porque se minimiza el riesgo de lesiones. De hecho, el 60% de las personas que ingresan por primera vez a un plan de ejercicios comunes lo abandonan a las seis semanas por lesiones producidas por el mismo ejercicio.
El agua ofrece otro importante beneficio a quien practique ejercicio en este medio, pues no sentirá sensación de transpiración. La tolerancia al esfuerzo físico se incrementa debido a que la disipación del calor es mucho mayor.
Muchas personas creen, erróneamente, que los obesos no pueden practicar ejercicio físico porque podrían poner en riesgo su salud. Pero han demostrado que los obesos en buena condición física mueren y se enferman menos que personas delgadas en mal estado físico.
La gimnasia acuática es particularmente indicada para los obesos por diversas razones de índole técnico, pero además a ellos les permite vencer un cierto pudor. Como sus cuerpos están sumergidos en el agua, no se enfrentan a la mirada de otro.
Por otra parte, los instructores de gimnasia acuática, recalcan que esta disciplina permite que una persona obtenga resultados mucho más rápidos porque como no se trabaja con impacto ni dolor, se pueden hacer ejercicios más intensos.
Por estas razones y por muchas otras, desde mañana empiezo NATACIÓN con un profesional que me indique los ejercicios y con mucha fe en los resultados. En unos días les cuento, Saludos y Buena Vida.
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