viernes, octubre 26

cirugía reparadora, no estética


Los obesos mórbidos que han bajado de peso por dietas exigentes, constantes y profesionalmente

monitoreadas y contenidad o aquellos que lo han hecho a expensas de una cirugía bariática o algo por el estilo, se encuentran con otro problema casi tan grave como la propia obesidad (digo casi por que no afecta directamente a su salud física, pero si la psicológica y mucho)cual es, la necesidad imperiosa de una lipo-aspiración y dermo-plastía para retirar el "faldón" de carne y grasa fláccida que queda después de una baja importante de peso. Y ¿a que no saben que? las Obras Sociales y los Hospitales Públicos no lo cubren en ningún porcentaje, argumentando que ellos no pagan cirugías estéticas. Nada más lejano de la verdad que esa definición, esta operación en estos casos puntuales ¡¡¡NO SON ESTÉTICAS ESTAFADORES DE LA SALUD!!! (¿estuve muy fuerte? ¡mejor!) SON REPARADORAS, como lo son el remplazo de un seno a una mujer que tiene un cancer de mama y deben extirparlo junto a su seno o a quien le tienen que remplazar piel por quemaduras o arreglar la nariz por un accidente, las Obras Sociales y el Estado se hacen cargo de estas cirugías por que son limitantes sociales, ¿y tener un faldón de piel arrugada y fláccida que te tape los genitales, que te impide usar un traje de baño, que no te permite andar en bicicleta por que lo chocas con las rodillas, no es limitante? ¿no es una "cicatriz" que nos aleja y paraliza socialmente? A estos HIJOS DE..L RIGOR hay que llenarlos de juicios para que entiendan que los gordos no somos unos imbéciles que nos creemos todo lo que nos dicen y seguimos pagando todos los impuestos para que ellos nos ignoren o engañen como si fuéramos estúpidos. El lunes voy a ir a mi Obra Social y después les cuento, besos BUENA VIDA PARA TODOS.










martes, octubre 23

GORDOSNUNCAMAS EN TV










domingo, octubre 21

ES TODO UNA CUESTIÓN DE ACTITUD

Como a Griselda a todos nosotros nos ha pasado lo mismo, empezamos con toda la “polenta” y al primer tropiezo nos “desmoronamos”. Es una situación común a todos y de fácil resolución si enfocamos el objetivo y no “sobrevaloramos” el tema. Deprimirnos es la primera reacción

que tenemos, somos expertos en fracasos así que SUPONEMOS que estamos frente a uno más de los tanto que hemos tenido, ESTE ES EL ERROR, esto es lo que no debemos hacer en ningún momento: SUPONER, estimar, prejuzgar, NO, no “anunciemos” la “derrota”, no presumamos, por que lo que realmente estamos haciendo es rindiéndonos antes de empezar a luchar. Si se detiene nuestro proceso de perdida de peso puede ser por varias razones que no voy a enumerar ahora por que no quiero distraerme del tema principal de este “post”, pero, si estamos haciendo las cosas bien, el motivo que fuere nunca significará, ni por asomo, que hemos perdido la posibilidad de seguir bajando, NUNCA JAMÁS, debemos hablar con nuestro médico y el sabrá que hacer o que recomendarnos. Y si no estamos haciendo las cosas bien, si nos hemos “descarrilado”, es una BUENA NOTICIAS que se haya detenido el descenso, por que eso significa que somos normales, si comemos bien, bajamos y, si lo hacemos mal, aumentamos, SOMOS NORMALES!!!!. Este camino a la sanidad está plagado de momentos como estos, por eso es tan importante hacer terapia, hablarlo con nuestro profesional y conseguir “herramientas” que nos permitan superar cada uno de ellos. Y recuerden amigos, todo es una cuestión de ACTITUD, no te dejes caer, eres la persona más IMPORTANTE de tu VIDA.
MUCHAS SUERTE Y BUENA VIDA PARA TODOS











miércoles, octubre 17

Un post rescatado de cuando había bajado 25 kilos


“A veces cuando pienso que todo está perdido / voy hacia algunas de las formas de la muerte…”
El genio de Fandermole nos trajo estos versos en su tema “El Témpano” que sonaba allá en los 80´ en mi querido Rosario..
Es tan simple y tan apabullante la síntesis

que hace en estos dos versos que me hizo temblar el corazón.
Hoy mirándome en el espejo no percibí los 24 o 25 kilos que llevo perdidos desde el 10 de noviembre del año pasado, no me di cuenta de lo bien que me sentía, no conté que mi cuerpo estaba más a mi alcance que hace 6 meses, que ya no tenía que volver a casa para ir al baño por no poder higienizarme en un baño público, que ya no rechazaba caminar un par de cuadras, al contrario, ahora las hacía sin cansarme, asombrándome, disfrutándolo; que ya no esquivaba una escalera de 5 escalones, que me puedo levantar de las sillas con apoyabrazos sin llevármela encajada, en definitiva, no notaba el enorme progreso que había experimentado los últimos 188 días.
En el espejo veía un “gordo” el mismo de antes y en mi mente aparecían todo tipo de sentencias: “al pedo hago dieta, mira como estoy”, “al final ¿tanto sacrificio para esto?”, “no como nada y la ropa me queda cada vez peor” y todas por el estilo.
El camino a la salud está apenas pavimentado con nuestra débil voluntad y lleno de terribles pozos que producen nuestro entusiasmo por abandonar todos los días la dieta. Y Es así, en algún momento tenemos la enorme facilidad de encontrar las más originales excusas que nos permitan desertar. Somos los Adalides del desánimo, los arquetipos de la frustración.
Por eso es tan importante la terapia, la psicología, encontrar los mecanismos que desbaraten este intríngulis que se nos presenta cada vez que estamos consiguiendo nuestro objetivo. Ni el cirujano, ni el clínico, ni el nutricionista sabrán que hacer ante este conflicto. Solo un buen psicólogo podrá darnos herramientas para elaborar estas situaciones y resolverlas.
Creo que todos los que padecemos esta enfermedad que es la obesidad somos altamente vulnerables, por esa razón debemos reforzar nuestra auto estima y nuestras defensas para que esos momentos en que nos embarga un impulso por desistir tengamos una “cuerda” que nos rescate y nos ponga otra vez en el buen camino.
Hoy mis “cuerdas” fueron tres meses de terapia y estos dos versos: “A veces cuando pienso que todo está perdido / voy hacia algunas de las formas de la muerte…”.











OJO!!!!


Amigas, amigos seamos responsables, así podemos exigir responsabilidad de los demás. ¿Por qué digo esto? Por que nos pasamos

diciendo que no debemos automedicarnos, no debemos correr, como galgos al conejo, a todos los que nos dan “recetas” “milagrosas” e insistimos hasta el hartazgo con la recomendación de que debemos consultar a profesionales y, de golpe y porrazo, salimos recomendando dietas, asesorando, inculcando. Sé que todos hacemos eso, tendemos a recomendar cosas que, creemos, nos hicieron bien, que, probablemente, nos hayan hecho bien y que quizás, SOLO QUIZÁS, al amigo al que se lo recomendamos le haga bien…… O NO. Esta duda, por mínima que sea, nos debe inhibir de hacer recomendaciones, ni de dietas, ni de medicamentos, ni de formas.

Contar nuestra experiencia no define nada, solo significa contar algo que nos pasó, el que escucha puede “verse” reflejado y sentir que a él le puede hacer bien hacer lo que hizo el otro para mejorar o superar tal o cual caso, pero, contar una experiencia, no implica inducir al otro a hacer algo, solo describe un hecho y su consecuencia, solo eso.

Dicho esto y sin ánimo de pontificar, los que participan de este blog saben que soy solo un mero participante más y no he censurado nunca ninguna opinión, como ejemplo basta un botón, los comentarios en este sitio no se filtran, ni moderan, les mando un beso a todos… a los nuevos les doy la bienvenida (el programa de TV, PLAN A nos conectó a nuevos amigos y amigas) y BUENA VIDA PARA TODOS.











domingo, octubre 14

Un post viejo, para recordar. Todos los días son un buen día para empezar


“¡…Yo no puedo empezar, me re cuesta…! ¿Ay Dios por que es tan difícil?”

Con estas palabras o parecidas, recibo cientos de correos de obesos que llegan a la página, me cuentan que les interesa muchísimo el tema pero se lamentan por no poder comenzar con el proceso. Todos tienen la “intención” pero no se animan, no creen poder o simplemente le temen a un fracaso más.
Quiero decirles a todos que los comprendo, que es corriente que eso pase, que no es un “castigo” divino y que el común de los obesos tenemos ese sentimiento pesimista cuando nos decidimos a hacer algo para perder esos kilos de más que sentimos que nos matan (y no sentimos mal, si seguimos engordando nos matan de verdad).
Esta bien que tengamos esa sensación, como les decía, pero también está bien que tomemos todos los recaudos para vencerla. ¿Cómo? No existe una sola respuesta, Cada uno de Uds. tiene la suya y es la correcta. Debemos buscar dentro nuestro esa pizca de voluntad que hará que surquemos las primeras 24 horas y después las subsiguientes y así, hasta no darnos cuenta que ya estamos re enganchados y sintiéndonos todos los días un poco mejor. El “Solo por Hoy” de los “alcohólicos anónimos” funciona perfecto en nosotros, díganse todos los días que quieren estar mejor, piensen en sus hijos, novias, amantes, madres, tías, vecinos amados, y todos a los que quieren bien y quieren que los vean bien… o… les doy una idea: piensen en alguien considerablemente mucho mejor PIENSEN EN USTEDES MISMOS y vayan al médico especialista y después a psicólogo, y al nutricionista y empiecen mañana mismo y si hicieron las cosas bien todo el día y a la noche se “excedieron”, no le pongan atención, no se sientan culpables, ni se depriman solo descansen bien y levántense sin remordimientos y ¡¡¡VUELVAN A EMPEZAR!!!! Por que Uds. tienen la respuesta y sabrán encontrarla, nunca es tarde para sentirse bien. Un beso a todos y Buena Vida!!!