viernes, enero 7

a nueve meses....

A nueve meses de la operación de By Pass Gástrico estoy en 89 kilos, les recuerdo que empecé con 150 kilos, me siento muy, pero muy bien, como bien, de "casi" todo (digo de "casi" todo por que he dejado las grasas y las harinas pero no por que no las tolere bien sino por que ya no me atraen como antes), les dejo las nunca bien ponderadas antes y despues, estoy logicmaente un poco flacido, hago cero gimnasia pero camino todos los días, debo vencer mi vagancia y empezar gimnasia o algo pero siempre tengo una escusa, estoy fantástico, contesto todos los comentarios y mails, cualquier duda escribanme, se los quiere y no abandonen la lucha, si yo pude, todos pueden, BUENA VIDA PARA TODOS

sábado, diciembre 18

Carta Abierta

A veces cuando pienso que todo está perdido voy hacia alguna de las formas de la muerte. Nunca me di por “perdido”, por vencido, siempre que me caí, me logré levantar, llegue a pesar, allá por el año 2005, 168 kilos y luego, en un año, logré bajar 40 kilos y después los recuperé y así en ese sube y baja eterno de los obesos mórbidos sufrí, lloré, me desesperé, me alegré, me desilusioné, triunfé y fracasé no sé cuantas veces, muchas, demasiadas.

Ya por el 2003 sabía que había una solución a mi enorme sobrepeso, a la enfermedad que había limitado 30 años de mi vida, la solución era drástica, irreversible, en algún punto, peligrosa, pero solución al fin, el by pass gástrico, esta operación que ya en aquel entonces había ayudado a cientos a bajar de peso y a mantener esa condición, el único obstáculo que había entre esa operación y mi salud era el económico, si costaba mucho, más de lo que cuesta hoy, cerca de 15 mil dólares y ninguna empresa de medicina prepaga la cubría, ni las obras sociales y , obviamente, tampoco los hospitales públicos , ninguno, nadie. Hasta que llegó a la TV argentina el Dr. Cormillot con Cuestión de Peso.
Creo que Cuestión de Peso marcó un antes y un después en la visualización de la obesidad en nuestro País, este programa puso a mucha gente a pensar y dio motivos a otros para creer que la obesidad se podía revertir, se podía curar. También, por primera vez, se dijo que la obesidad es una enfermedad, cosa que muchos, inclusive obesos, negaron durante años.
Su contenido iba más allá, su trascendencia dentro de la sociedad argentina marcó un hito social, político y médico.
Estoy seguro que el Congreso se vio “obligado” a votar la Ley de obesidad que impulsó el Dr. Cormillot desde CDP, por que los “representantes” (los intereses que representan son variados) no resistieron un “cañonazo” televisivo como el del programa y cuando la ley se aprobó fue mérito del Dr. Cormillot y su programa, de eso no tengo ninguna duda
Gracias a esa ley hoy estoy operado, mi obra social debió, aunque a regañadientes, pagar la intervención, ensayaron una negativa pero la ley ya estaba y todo esfuerzo en ese sentido hubiera sido en vano, y más oneroso para ellos, así que se allanaron y pagaron. Podría decir que debo mi recuperación, estos 55 kilos menos, esta nueva vida, este nuevo amanecer, al Dr. Cormillot, entre otros y lo siento así, por eso desde aquí le doy mis más sinceras gracias.
Dicho esto, quiero manifestar mi estupor, asombro, desilusión, bochorno, vergüenza ajena, desazón y bronca, mucha bronca, por esta nueva versión de Cuestión de Peso 2010, el desprecio por el enfermo, el uso y abuso a los que son sometidos los participantes/enfermos, la tortura psicológica, la degradación, la descarnada y obscena manipulación de los enfermos recurriendo a sus miserias como aquel que degrada al otro por tener cáncer de piel y mostrarlo culpable por que tomo mucho sol a horas desaconsejadas o a un niño que perdió un ojo en un accidente pirotécnico regalarle cohetes pero no dejárselos manipular por que “ya viste lo que te paso”.
Es tal la locura que encierra este programa que indigna solo verlo, Dr. Cormillot SON ENFERMOS!!!! Y UD. lo sabe mejor que nadie, no falta mucho para que alguien o alguna asociación lo denuncie, PARE, recapacite, toda su reputación, todo lo que ha hecho por nosotros lo está dilapidando día tras día. No nos meta en jaulas, no nos humille más de lo que nos humilla la sociedad, abandone la profesión ya hizo mucho, muchas gracias, es todo, siga tocándole la pancita a Ricardo Fort y no permita que se burlen de nosotros y mucho menos, ser el vehívulo para que eso pase, quiero pensar que le “producen” el programa, bueno, tiene la suficiente “espalda” para negarse a participar de semejante bodrio. Dr. Cormillot Ud. hizo mucho, gracias, muchas gracias otra vez, pero por favor, se lo suplico, no haga más.

miércoles, noviembre 24

Argentina, el país más "gordo" de Sudamérica

Los 10 países más gordos de 2010

La Organización Mundial de la Salud elaboró una lista de los países que tienen mayor porcentaje de su población en situación de sobrepeso u obesidad.
El organismo consideró que aquellas personas cuyo índice de masa corporal es mayor a 25, tienen sobrepeso y aquellas que superan los 30, son obesas.
La isla del Pacífico de Nauru, fue el país “más gordo”, ya que un 95 por ciento de sus habitantes tuvo un índice de masa corporal mayor a 25.
Y el top 10 sigue de la siguiente manera: Micronesia (92%); Islas Cook (92%); Tonga (92%); Niue (84%); Samoa (83%); Palau (81%); Estados Unidos (79%), Kiribati (77%) y Dominica (76%).
En tanto, la Argentina es país “más gordo” de Sudamérica. Según la OMS, el 75 por ciento de sus habitantes sufre de sobrepeso u obesidad. Una de las principales causas de este problema sería el sedentarismo.
La obesidad es la enfermedad en la cual las reservas naturales de energía, almacenadas en el tejido adiposo de los humanos y otros mamíferos, se incrementa hasta un punto donde está asociado con ciertas condiciones de salud o un incremento de la mortalidad.
El índice de masa corporal se calcula dividiendo el peso por la altura al cuadrado. Lo óptimo es que ese valor se encuentre entre los 20 y los 25.
FUENTE: www.tn.com.ar

martes, noviembre 23

PARA PREOCUPARSE


21,4%

de los niños de entre 2 y 14 años no consume nunca verdura fresca. El 14,3% no la come cocida

41,7%

de los niños obesos dedica menos de cinco minutos diarios al desayuno

42,3%

de los niños que dedica más de dos horas diarias a la tele o la videoconsola tiene sobrepeso

28,1%

de los menores de 14 años incluye alguna pieza de fruta en su almuerzo

15%

de los menores que reside en áreas rurales son obesos, frente al 10% de media

57,1%

de los jóvenes obesos de entre 14 y 24 años declara que siempre o muchas veces consume comida basura

29,2%

de los jóvenes con peso normal consume pescado muchas veces o siempre, frente al 14% de los obesos y el 19% de los jóvenes con sobrepeso

52%

de los obesos picotea si están bajos de ánimo muchas veces (33%) o siempre (19%), frente al 19% de los jóvenes con peso normal

Ocho de cada diez niños obesos serán adultos con sobrepeso y una menor esperanza de vida

Los niños obesos de hoy tienen todas las papeletas para ser los adultos con sobrepeso del mañana. Entre el 60% y el 80% de los menores murcianos que tienen un índice de masa corporal por encima del saludable serán hombres y mujeres con sobrepeso, y tendrán mayor riesgo de padecer todas las enfermedades asociadas a la obesidad: hipertensión, diabetes, colesterol..., lo que a la postre rebajará su esperanza de vida.

martes, noviembre 16

LEY DE OBESIDAD, LO QUE HAY QUE SABER

FUENTE: Victoria Perewozki 

 


 
 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió la obesidad como la enfermedad epidémica no transmisible más grande del mundo, y la ubicó entre los diez factores de riesgo principales para la salud.
Desde hace más de un año rige en Argentina la ley número 26.396, más conocida como la ley de obesidad. Según expertos, uno de los puntos más importantes que establece  es que la obesidad es una enfermedad y un problema de salud pública, sujeta a políticas de gobierno. De este modo, libera a la persona obesa de ser culpable de estar enferma. Esta ley implica que los tratamientos para bajar de peso están incluidos en el  Programa Médico Obligatorio (PMO) lo cual significa que el sistema de salud pública, las obras sociales, las mutuales y las empresas de medicina prepaga, tienen que hacerse cargo de los mismos. Esto incluye las alternativas quirúrgicas como la “manga gástrica”, el by-pass y la banda gástrica ajustable.Aunque existen muchos métodos para bajar de peso, las estadísticas médicas a nivel mundial indican que entre el 70 y el 75 % de los pacientes que recurren a dietas, vuelven a recuperar su peso, o incluso más, en un período de dos años. Ante esos fracasos, es que las cirugías se presentan como una opción eficaz y perdurable en el tiempo ya que casi el 70 % de los pacientes operados mantienen el peso cinco años después de la misma.
La fundación Favaloro y el Hospital Universitario Austral publicaron un informe donde aseguran que un 80% de los pacientes a los cuales se les realizó la operación alcanzó la meta del tratamiento, bajar 50% del exceso de peso.
Argentina es el primer país en tener esta ley, que obliga a los gobiernos en sus distintas jurisdicciones, a crear servicios y estructuras para atender el problema, y a todas las entidades públicas y privadas a hacerse cargo de dicha enfermedad.
Además de la obesidad, a efectos de dicha ley, se entiende por trastornos alimentarios,  a la bulimia, a la anorexia nerviosa y a las enfermedades que la reglamentación determine que estén relacionadas con formas de ingesta alimenticia inadecuadas.
Si bien no hay cifras oficiales en el país sobre casos de bulimia y anorexia, se sabe que Argentina se ubica segunda en la incidencia mundial de esos trastornos, superada solamente por Japón.
La ley, declarada de interés nacional, incluye la prevención y el control de los trastornos alimentarios, contiene investigación de los agentes que la causaron, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades vinculadas, asistencia integral y rehabilitación, envolviendo sus patologías derivadas y las medidas tendientes a evitar su propagación.
La intención de esta ley es promover conductas nutricionales saludables, especialmente entre los niños y adolescentes, y para ello propone acciones que eviten la discriminación y la estigmatización en el ámbito laboral, educacional y/o social, frente al sufrimiento de los trastornos alimentarios.
En los kioscos de los colegios, se deberán ofrecer productos que integren una alimentación saludable y variada y estar debidamente exhibidos. A su vez, se tomaron medidas con el objetivo que las publicidades y los diseñadores de moda no utilicen la extrema delgadez como símbolo de belleza y salud y que ofrezcan una imagen más amplia de los jóvenes, sobretodo de las mujeres. 
Las publicidades  de productos para bajar de peso deberán dirigirse exclusivamente a mayores de veintiún años, debiendo ser protagonizadas también por personas mayores de esa edad.
Por su parte la promoción de alimentos en alto contenido calórico y pobres nutrientes deberá contener la leyenda: “El consumo excesivo es perjudicial para la salud”. Además está prohibida la difusión de dietas o métodos para adelgazar que no conlleven el aval de un médico y/o un licenciado en nutrición.
Entre las acciones se incluyen también promover la participación de organizaciones no gubernamentales (ONG), desarrollar actividades de difusión televisiva, radial y gráfica, dirigida a la población en general y a grupos de riesgos en particular.
Además contempla programas tendientes a combatir la discriminación de quienes padecen obesidad, ya que por ejemplo las marcas de indumentaria excluyen a las personas de talles grandes, siendo difícil para ellos conseguir ropa, y en la mayoría de los casos, teniendo que consumir prendas en tiendas especiales, donde muchas veces son más caras y tienen menos diseño.
Otro problema que suelen tener las personas que padecen dicha enfermedad es a la hora de viajar; ya sea en avión, colectivo o remis, ya que por regla general los asientos son pequeños y se encuentran muy próximos unos de otros. Muchas personas evitan sentarse al lado de un obeso en el transporte público, algunas compañías aéreas obligan a pagar por dos pasajes al no existir asientos especialmente adaptados para obesos y muchos dueños de taxis o remises temen por el daño que el sobrepeso puede causar al vehículo.
Lo mismo suele ocurrir en lugares de esparcimiento como el cine o el teatro, y lo más grave es cuando la apariencia física se impone sobre otras cualidades cuando se quiere conseguir un trabajo, haciendo que el obeso se encuentre continuamente en una desventaja comparativa.  
Sin embargo, los proveedores de bienes o servicios con destino al público en general, no pueden negarse al requerimiento de una persona obesa, a proporcionar el bien o servicio solicitado, en las condiciones que establece el Poder Ejecutivo. Tal negativa será considerada acto discriminatorio en los términos de la ley n° 23592.