OBESIDAD Y DERECHOS

Pocos, muy pocos, entienden lo que sufre un obeso, menos todavía saben como ayudarlo. La gordura durante muchísimos años fue considerada una característica más de una persona, nada de que preocuparse demasiado, inclusive en algún momento fue considerada señal de status social, bienestar y, hasta, sensualidad. Para muchos el

el hecho de ser obeso nos coloca en objeto de innumerables burlas, estereotipos, discriminación y adjetivos peyorativos, es muy común oír: “..gordo estúpido”, “…gorda fea”, “gordo infeliz”. Todo esto fue generando una suerte de discriminación sistematizada hacia los obesos, desde temprana edad los niños gorditos son objeto de bromas sobre su sobre peso, crueles, indiscriminadas y, lo peor, muy pocas veces censuradas por los adultos o maestros.
Si queremos cambiar este estado de cosas debemos, primero, lograr que los adultos que integran esta sociedad asuman su responsabilidad en estos actos y los reviertan, segundo, desde el Estado, campañas que hagan tomar conciencia de que la obesidad es una enfermedad y que burlarse de un obeso equivale a hacerlo de un ciego o un lisiado, tan aberrante como despreciable, tercero, nosotros, los obesos, tenemos que explicarle a nuestro medio de que se trata nuestra enfermedad y que necesitamos para curarnos y, para hacerlo, debemos informarnos. Los medios de comunicación también tienen una gran compromiso que asumir sobre este tema, deben abandonar el doble discurso y ponerse al frente de una campaña mundial, como así también las empresas multinacionales brindarle a sus consumidores información veraz sobre los productos que venden y producir aquellos que no atentan contra la salud.
No podemos renunciar a la vida, ni a vivir mejor, no tenemos que hacerlo, nos asiste el derecho y debemos ejercerlo. Va nuestra vida en ello. Saludos




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