miércoles, marzo 10

Impuestos para combatir la obesidad en Estado Unidos

Estados Unidos se ha propuesto gravar con impuestos las bebidas azucaradas para combatir la obesidad, y Coca-Cola ha decidido aportar su ‘granito de arena’ a este 'buen hacer' del gobierno estadounidense. En diciembre, Washington DC y Nueva York contarán con minilatas de 222 mililitros que aportarán 90 calorías al cuerpo, 50 menos que las actuales (el diseño que lleva impresa la lata se encarga de destacar su contenido). El nuevo formato mini de Coca-Cola llegará al resto del país a partir de 2010, pero todavía se desconoce cuándo aterrizará en Europa.

Según afirma la compañía en un comunicado, la intención de Coca-Cola es concienciar a los consumidores sobre lo importante que es llevar un estilo de vida saludable. Eso, por lo menos, es lo que dice su presidente Sandy Douglas: “Siendo la mayor compañía de bebidas del mundo, nos hemos tomado seriamente ayudar a los consumidores a mantener el equilibrio entre las calorías que consume y las calorías que gasta". Además, el envase será implantado en otras marcas de la multinacional, como Fanta naranja o Sprite.

Curiosamente, el anuncio del lanzamiento de las nuevas latas llegan después de que el gobierno estadounidense quiera aumentar los impuestos de estas bebidas para financiar parte de los 147.000 millones de dólares anuales que el gobierno se gasta en problemas derivados de la obesidad, un mal que se ceba con el 64% de la población. Y Coca-Cola sabe que aumentando un 10% el precio, el consumo disminuye un 7,8%. Con que sus ventas quedarían "visiblemente" afectadas teniendo en cuenta quién sigue siendo la joya de la corona de la multinacional.

La jugada de Coca-Cola no huele nada bien y las críticas no han tardado en despertar. La prensa americana no está conforme con los objetivos esgrimidos por la multinacional y le replica al presidente de la multinacional que tenga cuidado, que el remedio puede ser peor que la enfermedad. “Para aquellos que se queden con sed, consumir dos mini-latas supondrá ingerir 180 calorías, 40 más de las que se consumen con una lata normal”, publica The Wall Street Journal.
  
Hace dos semanas, fuentes de Coca-Cola en España no desveló a El Confidencial esta nueva oferta en el menú Coca-Cola. Sí hubo críticas para el gobierno estadounidense, al que se le acusó de distinguir entre alimentos buenos y malos. “¿Qué pasa con las patatas fritas, las aceitunas o las chucherías? ¿No son alimentos que acentúan la obesidad?”. Sea como fuere, parece ser que Coca-Cola ha preferido adelantarse al posible impuesto antes de ver descender un 10% sus ingresos. De todas formas, las mismas fuentes presumían de que una cuarta parte de los productos que ofrecen son light. Y de que, en cuanto el cliente así lo demandara, cambiarían su estrategia de negocio. Otra vez, el problema y el negocio de la obesidad se miran cara a cara.

La maniobra ya se compara con la irrupción en el mercado del tabaco light por parte de las tabaqueras. Ahora la gente se sentirá mejor al tomar este nuevo envase mini, "que es más saludable". Al creer que es mejor, al final tomará más latas, más Coca-cola y, por tanto, multiplicará las calorías ingeridas. Pero sólo es "el granito de arena que Coca-Cola aporta para erradicar la montaña de la obesidad.

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