El proceso de adelgazamiento es largo y tedioso, ni que decirlo.
Muchas cosas pasan en ese tiempo que va desde el día que se toma la decisión DE CAMBIAR y el día en que SE CAMBIA.
Generalmente convivimos con gente que nos “quiere” y harían “cualquier cosa” por nosotros. No estoy poniendo en duda el amor de nuestros “prójimos”, de lo que si dudo y mucho, es de su constancia, (de falta de constancia sabemos mucho, ¿cierto?) por supuesto hay excepciones, pero por lo general en determinado tiempo empiezas a “molestar” con tus “exigencias”, si, empezaron a ser “exigencias” tus necesidades y tus requerimientos de comidas bajas en calorías y productos del mismo tenor, empieza a fastidiar tus requisitos de ingesta baja en grasas. Inclusive pueden llegar a tratarte de egoísta por que reclamas que no te consuman tal o cual producto por que de él depende tu recuperación y si no lo encuentras, probablemente (casi seguro) ingerirás algo de lo que no puedes comer y te retrasará en la recuperación o, algo peor, te devolverá al estado en que estabas cuando empezaste.
Siempre un enfermo molesta, uno puede “amarlo” mucho y superar ese malestar, pero cuando las recuperaciones son largas, como las nuestras (deben ser largas para que sean duraderas), llega un momento, una instancia, en la que nos quedaremos “huérfanos” con nuestro destino.
Por eso amigos míos lo mejor es pensar que estamos solos en esto o, mejor dicho, con nuestros profesionales. Es bueno que alguien se ocupe de nosotros, pero hay que entender que, desde el mismísimo principio, pueden dejarnos y deberemos seguir nosotros solos.
Agradeceremos la ayuda de aquellos que nos quieran ayudar, bienvenido sean, y cuando ya no quieran “participar” de nuestro proyecto de vida, bienvenida sea su partida. Nosotros seguiremos adelante. Por que es nuestra VIDA la que está en el tapete y no estamos dispuestos a perderla.
El término DIETA viene del griego díaita que significa "forma de vida",así que, cuando empecemos una “DIETA” nueva, saludable, distinta a la que teníamos, esta vez, no nos apoyaremos en nadie más que nosotros mismos y nuestros profesionales de la salud.
Dice una canción de la puertorriqueña Marisela Verena:
Mi corazón es un pueblo, donde llega mucha gente,
unos siguen su camino, otros se quedan por siempre,
al que sigue su camino, siempre le deseo suerte,
¡bienvenidos los que se quedan por siempre!
¡¡¡Buena Vida para Todos!!!