jueves, junio 14

Feliz día PAPA



La papa no engorda, tiene vitamina C, potasio, magnesio y es deliciosa. Combinada con una proteína constituye una comida perfecta

La papa no es solo una delicia, es tan buena que constituye la primera comida que reciben los bebes, cuyo metabolismo está terminando de formarse y requieren un alimento de fácil digestión y con un alto índice glicémico (alimentos que se degradan rápidamente, se convierten en glucosa y se absorben).

Además, si tenemos en cuenta que la papilla se prepara con leche, la consecuencia es que se eleva el contenido de proteína. "La papa contiene mietonina, que es un aminoácido esencial que la leche tiene en poca cantidad, por eso es una excelente combinación. Lo mismo ocurre con ese plato tan menospreciado que es la papa con huevo, que debería ser un alimento muy publicitado, que te mantiene porque tiene proteína y carbohidratos y es económico", comenta la bióloga nutricionista Nelly Espinola.

Pero resulta que cuando tenemos hambre comemos galletas y una gaseosa, pura azúcar y carbohidratos simples. O al preparar una comida rápida optamos por tallarines (que son refinados), pese a tener un alimento oriundo del Perú, que es delicioso y se prepara de distintas maneras.

"La papa tiene vitamina C, potasio (combate los cálculos) y magnesio (alivia la gastritis). Pero es mejor cocerla al vapor, al igual que todas las verduras, porque se pierden muchas vitaminas en el agua", comenta Espinola.

Además, las papas de pulpa morada o roja tienen gran cantidad de antioxidantes, pero los campesinos las cultivan para su autoconsumo, ya que en el mercado no han tenido éxito. Sin embargo, hay instituciones interesadas en estudiar las papas y otras raíces andinas porque andan en busca de nuevas fuentes de antioxidantes.

Por otro lado, se dice que la papa engorda, pero "una porción de 100 gramos equivale a unas 100 calorías, lo cual es muy poco, considerando que una persona consume unas 2.000 calorías diarias", manifiesta René Gómez, investigador del Centro Internacional de la Papa (CIP).

La papa como alimento básico, equilibrado, liviano y económico.
En la comunicada e influenciada sociedad moderna, la papa, si bien es muy apreciada como pecado de gula, tiene mala fama en cuanto a su tendencia a engordar los delicados cuerpos que todos los días deben llamar la atención en la sociedad urbana.

En la dieta diaria se elimina el pan, la pasta y...la papa. Pero ni el pan, ni la pasta, y menos la papa engordan. Engorda lo que se asocia al pan a la pasta o a la papa. Cien gramos de papa tiene tan pocas calorías como una manzana, pero si usted la hace en puré y le agrega un pan de manteca o tres cucharadas soperas de aceite entonces... ¿qué culpa tiene la papa?

A veces, inmerecidamente, la papa se asocia a presagios de malas enfermedades, casi con el fantasma del traspaso a la eternidad... Pero la noble y generosa papa siempre nos espera. Nos espera para reforzar nuestro organismo después de una enfermedad, para nutrirnos cuando nuestro estomago se encuentra en estado delicado, cuando necesitamos carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales de fácil incorporación, baratos y al alcance de la mano.

Les mostraré un cuadro con los elementos nutritivos de la papa, que estoy seguro que olvidará en seguida; pero lo que no debe olvidar es que la papa es buena para usted, para sus chicos, para sus abuelos y para todos los pueblos del mundo. Así que coma papa, con queso untable light o huevo, sin miedo y con la certeza que le está haciendo un bien a su cuerpo.

Papa: Las sustancias están calculadas por cada cien gramos sin cáscara.

Calorías 80-96
Manganeso (Mn) mg 0,2
Proteínas gramos 2-2,1
Fósforo (P) mg 58
Grasas gramos 0,1-0,2
Azufre (S) mg 29
Hidratos de carbono gramos 20
Cloro (Cl) mg 35
Celulosa gramos 0,4
Vitamina A Caroteno (Car) U.I. 40
Agua gramos 77
Vitamina B1 µg 100
Cloruro sódico (Sal común NaCl) mg 55-70
Vitamina B2 µg 40
Potasio (K) mg 410-450
Niacina mg 1
Sodio (Na) mg 0,8
Vitamina B6 mg 0,2
Calcio (Ca) mg 17
Vitamina C mg 30
Magnesio (Mg) mg 30
Vitamina E mg 0,06
Hierro (Fe) mg 0,8
Colesterol (Colesterina) gramos 0,003
Cobre (Cu) mg 0,2
Ácido úrico gramos 0,006

Vengo de hacer gimnasia - ¿que ejercitaste? - Mi Voluntad -


Reconocer cuando tenemos de verdad apetito es un tarea que debemos desarrollar y practicar concienzudamente, de verdad, debemos detenernos a pensar, sin distracciones, si tenemos o no hambre, parece un dislate, pero no lo es, se los aseguro.

¿Nunca les pasó que, después de comer algo entre comidas, algo que encontraron en una heladera, una mesa, o en cualquier barra de un Café, no pueden recordar por que comieron lo que comieron? ¿Por qué se metieron, masticaron y tragaron esa cosa”, ¿Qué los movilizó a hacerlo? Si en verdad no tenían apetito. ¿Por qué lo hicieron?

“Acto Mecánico Involuntario” esta es mi teoría y quiero que lo tomen así y lo evaluemos juntos a ver si tiene algún sentido lo que digo.

Creo que es un “Acto Mecánico Involuntario” por que, como me pasa a mi, que soy fumador, enciendo un cigarrillo y muchas, pero muchas veces, no me doy cuenta que lo he hecho, un adicto a la comida, por costumbre, rutina, acto repetido, tic nervioso o lo que sea similar, los médicos ya lo evaluaran, (si lo hicieron no lo he leído en ningún lado) estiramos la mano y nos llevamos cualquier cosa, a lo que nos hemos acostumbrado a comer, a la boca.

A mi me pasaba que me había acostumbrado a pedir un cortado (café expreso con un “toque” de leche) y siempre una medialuna, algunas veces dos, pero siempre, no importaba la hora, cada vez que pedía un café cortado me “disparaba”, por lo menos, una medialuna. Yo tomo unos 8 cortados por día, eso significaba diez medialunas mínimo, en calorías: 1750 aproximadamente. Un verdadero disparate.

¿Por qué lo hacía? Yo creo que es este “Acto Mecánico Involuntario”, que no intelectualizamos y que, en algún vericueto de mi obesa mente, me empujaba a las medialunas sin razonarlo. Sin entenderlo.

Me puse a pensar como resolvía esta situación, que no solo pasaba con las medialunas, también con las albóndigas, milanesas, etc. Entiéndanme bien, no es que pedía una albóndiga cada vez que pedía un “cortadito”, no, tan loco no estaba, era que seguía comiendo albóndigas o lo que fuere, sin tener hambre, sin desearlo siquiera, mecánicamente, sin el más mínimo sentido. Así que decidí hacer lo siguiente: Prestar atención, sin distraerme ni un ápice. Esa fue “mi solución” estar siempre atento.

Cada vez que pedía algo, recordaba que ya había desayunado, que no debía comer nada que contuviera tantas calorías, que debía esperar el almuerzo y que, además, no tenía apetito!!!, claro, les apuesto lo que quieran que las más de las veces, si prestan atención, se darán cuenta que están por comer algo que, ni lo desean, ni lo quieren, ni lo necesitan, es más, están satisfechos y sin hambre.

El apetito, como toda sensación, tiene niveles, uno puede tener mucho o casi nada, pasando por todo el espectro.

Cada vez que estén en una situación de estás, deténganse a pensar y evalúen cuantas ganas tienen de comer tal o cual cosa y cierren los ojos buscando en que grado están esas ganas. Créanme se sorprenderán.

Debemos estar atentos, vigilantes, no distraernos jamás, por que ahí toma el mando el “obeso” que habita en nuestra cabeza y hace estragos. Debemos tomar el control de nuestras emociones y nuestra vida y solo lo lograremos si ponemos atención en nuestros actos, que todo aquel que hagamos sea voluntario.

Todos sabemos de la importancia de la fuerza de voluntad para formar el carácter. El asunto es ¿qué hacen, o qué hacemos, los que hemos nacido con menos voluntad?

La voluntad crece con su ejercicio continuado y cuando se va entrenando en direcciones determinadas. Y eso sólo se logra venciendo en la lucha que, queramos o no, vamos librando de día en día.

Esta consolidación de la voluntad admite una sencilla comparación con la fortaleza física: unos tienen, por naturaleza, más fuerza de voluntad que otros; pero sobre todo influye la educación que se ha recibido y el entrenamiento que uno haga.

Una voluntad recia no se consigue de la noche a la mañana. Hay que seguir una tabla de ejercicios para fortalecer los músculos de la voluntad, haciendo ejercicios repetidos, y que supongan esfuerzo. ¿Una tabla? Sí, y si esos ejercicios no suponen esfuerzo son inútiles.

Así que a esforzarnos todos los días, prestemos atención y fortalezcamos nuestra Voluntad.

Los dejo, me voy a tomar mi quinto “cortadito” del día...

–Camarero, un cortadito… con un vaso de agua grande y ……. nada más, gracias!!

viernes, junio 8

¿Que hago en la meseta?


Sigo en la “meseta"… pero no os preocupéis encontré un solución perfecta. ¿Cuál es? Anoten: me pongo a disfrutar lo bien que estoy así, o mejor dicho, a comparar como estaba cuando empecé la dieta y como estoy ahora. Recuerdo todas las cosas que no podía hacer ni por casualidad y si las trataba de hacer me agitaba, me lastimaba, tardaba mucho tiempo y me deprimía horrores por verme tan limitado. ¿por ejemplo? Ponerme las medias, si si, ponerme las medias. Hace seis meses no podía ponerme las medias y si lo intentaba me lastimaba las articulaciones, tardaba 14 minutos (algo que se hace en dos) y, además, me las ponía mal, torcidas, por la mitad y terminaba agitadísimo, un desastre. Ahora, hoy para ser más precisos, me las puse sin inconveniente, bien, sin problemas.

Esta es solo una muestra de los progresos que he conseguido, ¿quieren otro? Hace 180 días caminaba 50 metros y me agitaba, estaba parado 10 minutos y se me entumecían las piernas me dolían luego la cintura y debía sentarme inmediatamente. Hoy, con un sobre peso importante aún, se me siguen entumeciendo las piernas pero después de una hora u hora y media!!! Y tengo más, subo escaleras, puedo ponerme ropa que antes ni pensaba, puedo ir a un baño público, caminar 10 cuadras, etc. etc.

Esto hago cuando estoy en una meseta como en la que me encuentro, me maravillo de los logros que he conseguido y los disfruto a más no poder y no sufro por los que aún no conseguí ¿y saben por que? Por que si sigo mi dieta y esta nueva forma de vida que he elegido, no perderé estos importantes logros que mejoraron mi calidad de vida exponencialmente, sino que, en no mucho tiempo conseguiré más, todos los que me propuse hace seis meses y más.

Uno debe disfrutar de los logros, hoy lo entendí, detenerse a la vera del camino, observar a nuestro alrededor, dejar que la vida fluya, si hacemos lo correcto, lo que nos dicta el sentido común (que para nosotros muchas veces es el menos común de los sentidos), lo que nos indican nuestros profesionales, sin duda, llegaremos más temprano que tarde a nuestro objetivo y no habremos sufrido durante nuestro pasaje desde la obesidad a la sanidad.

Buena vida para todos!!!

martes, junio 5

Estoy en una meseta, y que?


El período de adelgazamiento está jalonado por varias situaciones difíciles que debemos reconocer claramente para que ellas no atenten contra el objetivo que perseguimos, cual es, adelgazar y llegar a un peso, para nosotros, posible y saludable.

A mi me gusta agruparlas en tres fases y denominarlas con nombres de estados de ánimo.

Al principio “EUFORIA”

Bajamos muchos kilos en poco tiempo nos sentimos en una panacea y nos llenamos de alegría, autoestima y, a veces, hasta soberbia. Creemos que está todo solucionado (al final era una pavada esto de bajar de peso), sacamos ridículas cuentas: ¿si baje 10 kilos en un mes y debo bajar 60 kilos? Claro!!!, listo!!! En 6 meses estoy hecho un Adonis o una Princesa y en siete? ..y, en siete meses ya voy a tener que aflojar por que voy a estar demasiado flaco… no vaya a ser que me haga mal.

Eufórico y tonto se pone uno, vio? (no quise escribir “boludo” por que queda mal).


La segunda etapa la llamo, “DESCONCIERTO”

Entre los 70 y los 90 días seguimos bajando de peso pero más pausadamente, es que primero perdemos mucho líquido, luego empezamos a meter “grasa” propia en los quemadores, ya que no la ingerimos, pero a los noventa días aproximadamente si la dieta que hacemos no es demasiado estricta en la cuenta de calorías empezamos a “nivelar” calorías-ingesta con nuestro nuevo peso. Para que se entienda mejor: la cantidad de alimentos que ingerimos nos permite mantenernos en el nuevo peso, pero no bajarlo o hacerlo de manera imperceptible. Hay un cálculo que no falla para saber cuantas calorías hay que ingerir para mantenerse en el peso que tienes, debes multiplicar tu peso, si eres mujer, por 23 y si eres hombre por 25, el resultado que te de esa multiplicación es la cantidad de calorías que deberías comer para conservarte en el peso que tienes. O sea, que si quieres perder kilos, deberás ingerir menos de esas calorías diarias, como mínimo un 20% menos.

Esta nueva situación nos quita el ánimo, nos desalienta, nos desconcierta.

La tercera etapa, “VENCIDO”

Si no reconocemos el problema y, por un lado, ajustamos nuestra dieta y nuestras actividades físicas y, por otro, controlamos nuestra ansiedad y nuestro espíritu, muchas veces, autodestructivo. Es altamente probable que caigamos rendidos y abandonemos por enésima vez nuestro proyecto de vida. Para estos momentos debemos prepararnos, no creer que podemos resolver “todo” sin ayuda y que cuando llegue el momento podremos superarlo sin problemas. Si nos detenemos un minuto en cualquier espejo sabremos que eso nunca lo logramos.

Es más, hasta hoy, siempre fuimos vencidos.

Para superar cada una de estas etapas, existe la terapia psicológica, para conseguir los elementos que nos habiliten una solución. La psicología es fundamental para que en esos momentos, los de euforia y los otros, sepamos “equilibrarnos” “moderarnos”.

Por que, queridos gordos y gordas, lo que nosotros buscamos, principalmente, es EQUILIBRIO Y MODERACIÓN cualidades de las que carecemos o poseemos muy poco. Por esa razón debemos, además de consultar a nuestro cardiólogo, nutricionista y clínico, básicamente, consultar un psicólogo que nos contenga en estos pasajes tan espinosos que amenazan nuestro proyecto de vida mucho más que un helado de chocolate o una chuletas de cerdo con puré de manzanas. Para que cuando el adelgazamiento se lentifique o se detenga por un tiempo, no nos tome de sorpresa, ni nos deprima, al contrario, podamos decir:

“estoy en una meseta, ¿y que?”

domingo, junio 3

Por los niños


Los niños estan siendo cada vez más vulnerables al sobrepeso y a la obesidad a nivel mundial.

Al menos 155 millones de niños en edad escolar en el mundo tienen sobrepeso o son obesos, de acuerdo con la últimas estimaciones de la International Obesity TaskForce (IOTF). La obesidad infantil está distribuida de forma desigual entre las distintas regiones del mundo e incluso dentro de la población del mismo país. Es ya epidémica en algunas zonas y se está incrementando en otras.

De acuerdo con el U.S. Surgeon General, en EE.UU. el número de niños con sobrepeso se ha duplicado y el de adolescentes se ha triplicado desde 1980. En 1999, el 13% de los niños entre 6-11 años y el 14% de adolescentes entre 12-19 años en los EE.UU tenían sobrepeso. La prevalencia de niños obesos de 6-11 años se ha duplicado desde los años 60 y en jovenes entre 12-17 años se ha incrementado drásticamente del 5% al 13% en niños y del 5% al 9% en niñas entre 1966-1970 y 1988-1991 en EE.UU. Actualmente se estima que 14 millones de niños tienen sobrepeso, y de ellos 3 millones son obesos.

Porcentajes alarmantes.


viernes, junio 1

Lo que no te mata, te fortalece

Lo estamos logrando, hoy en Rosario, mi ciudad, nos llego está importante y grata noticia que deseo compartir con Uds. Hay que seguir luchando por nuestros derechos, esa es la tarea.

Lucas Ameriso / La Capital



Obra social autorizó operar
a afiliada con obesidad mórbida.

Sin mediar la acción judicial,
la cobertura médica de los
trabajadores rurales
financió la cirugía.
Marta Petinari pesaba 205 kilos,
es diabética y cardíaca. Fue intervenida con éxito el jueves.

Por primera vez en Rosario, y sin mediar una acción judicial, una obra social autorizó la operación de una mujer que pesaba 205 kilos, padecía obesidad mórbida, había sufrido un infarto y su vida estaba en riesgo. La cirugía le redujo el 70 por ciento del estómago, lo que le permitirá bajar de peso.
La intervención se realizó el jueves pasado en el Sanatorio Julio Corzo y resultó tan exitosa que la paciente fue dada de alta este martes. Antes de regresar a su Chabás natal, Marta Rita Petinari de Monasterolo aseguró que “volvió a nacer” y confesó que “tenía vergüenza de salir a la calle”.
Desde una sala común del efector privado, la chabasense soñó con volver a andar en bicicleta. El costo de la operación superó los 20 mil pesos que asumió Osprera, la obra social de los trabajadores rurales y estibadores.
El equipo que operó a Petinari fue coordinado por el cirujano especialista en aparato digestivo Leonardo Ferro, quien trabajó junto una decena de profesionales.
El médico explicó que a la paciente se le practicó un “sleeve gástrico” o “gastrectomía en manga”. Se trata de la reducción del estómago (en este caso en un 70 por ciento de su volumen), que dejó al órgano de forma tubular. A diferencia del by pass gástrico —donde se deben hacer uniones internas para saltear un segmento del intestino delgado—, esta práctica es restrictiva, y mantiene el sistema digestivo intacto.
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