domingo, octubre 21

ES TODO UNA CUESTIÓN DE ACTITUD

Como a Griselda a todos nosotros nos ha pasado lo mismo, empezamos con toda la “polenta” y al primer tropiezo nos “desmoronamos”. Es una situación común a todos y de fácil resolución si enfocamos el objetivo y no “sobrevaloramos” el tema. Deprimirnos es la primera reacción

que tenemos, somos expertos en fracasos así que SUPONEMOS que estamos frente a uno más de los tanto que hemos tenido, ESTE ES EL ERROR, esto es lo que no debemos hacer en ningún momento: SUPONER, estimar, prejuzgar, NO, no “anunciemos” la “derrota”, no presumamos, por que lo que realmente estamos haciendo es rindiéndonos antes de empezar a luchar. Si se detiene nuestro proceso de perdida de peso puede ser por varias razones que no voy a enumerar ahora por que no quiero distraerme del tema principal de este “post”, pero, si estamos haciendo las cosas bien, el motivo que fuere nunca significará, ni por asomo, que hemos perdido la posibilidad de seguir bajando, NUNCA JAMÁS, debemos hablar con nuestro médico y el sabrá que hacer o que recomendarnos. Y si no estamos haciendo las cosas bien, si nos hemos “descarrilado”, es una BUENA NOTICIAS que se haya detenido el descenso, por que eso significa que somos normales, si comemos bien, bajamos y, si lo hacemos mal, aumentamos, SOMOS NORMALES!!!!. Este camino a la sanidad está plagado de momentos como estos, por eso es tan importante hacer terapia, hablarlo con nuestro profesional y conseguir “herramientas” que nos permitan superar cada uno de ellos. Y recuerden amigos, todo es una cuestión de ACTITUD, no te dejes caer, eres la persona más IMPORTANTE de tu VIDA.
MUCHAS SUERTE Y BUENA VIDA PARA TODOS











miércoles, octubre 17

Un post rescatado de cuando había bajado 25 kilos


“A veces cuando pienso que todo está perdido / voy hacia algunas de las formas de la muerte…”
El genio de Fandermole nos trajo estos versos en su tema “El Témpano” que sonaba allá en los 80´ en mi querido Rosario..
Es tan simple y tan apabullante la síntesis

que hace en estos dos versos que me hizo temblar el corazón.
Hoy mirándome en el espejo no percibí los 24 o 25 kilos que llevo perdidos desde el 10 de noviembre del año pasado, no me di cuenta de lo bien que me sentía, no conté que mi cuerpo estaba más a mi alcance que hace 6 meses, que ya no tenía que volver a casa para ir al baño por no poder higienizarme en un baño público, que ya no rechazaba caminar un par de cuadras, al contrario, ahora las hacía sin cansarme, asombrándome, disfrutándolo; que ya no esquivaba una escalera de 5 escalones, que me puedo levantar de las sillas con apoyabrazos sin llevármela encajada, en definitiva, no notaba el enorme progreso que había experimentado los últimos 188 días.
En el espejo veía un “gordo” el mismo de antes y en mi mente aparecían todo tipo de sentencias: “al pedo hago dieta, mira como estoy”, “al final ¿tanto sacrificio para esto?”, “no como nada y la ropa me queda cada vez peor” y todas por el estilo.
El camino a la salud está apenas pavimentado con nuestra débil voluntad y lleno de terribles pozos que producen nuestro entusiasmo por abandonar todos los días la dieta. Y Es así, en algún momento tenemos la enorme facilidad de encontrar las más originales excusas que nos permitan desertar. Somos los Adalides del desánimo, los arquetipos de la frustración.
Por eso es tan importante la terapia, la psicología, encontrar los mecanismos que desbaraten este intríngulis que se nos presenta cada vez que estamos consiguiendo nuestro objetivo. Ni el cirujano, ni el clínico, ni el nutricionista sabrán que hacer ante este conflicto. Solo un buen psicólogo podrá darnos herramientas para elaborar estas situaciones y resolverlas.
Creo que todos los que padecemos esta enfermedad que es la obesidad somos altamente vulnerables, por esa razón debemos reforzar nuestra auto estima y nuestras defensas para que esos momentos en que nos embarga un impulso por desistir tengamos una “cuerda” que nos rescate y nos ponga otra vez en el buen camino.
Hoy mis “cuerdas” fueron tres meses de terapia y estos dos versos: “A veces cuando pienso que todo está perdido / voy hacia algunas de las formas de la muerte…”.











OJO!!!!


Amigas, amigos seamos responsables, así podemos exigir responsabilidad de los demás. ¿Por qué digo esto? Por que nos pasamos

diciendo que no debemos automedicarnos, no debemos correr, como galgos al conejo, a todos los que nos dan “recetas” “milagrosas” e insistimos hasta el hartazgo con la recomendación de que debemos consultar a profesionales y, de golpe y porrazo, salimos recomendando dietas, asesorando, inculcando. Sé que todos hacemos eso, tendemos a recomendar cosas que, creemos, nos hicieron bien, que, probablemente, nos hayan hecho bien y que quizás, SOLO QUIZÁS, al amigo al que se lo recomendamos le haga bien…… O NO. Esta duda, por mínima que sea, nos debe inhibir de hacer recomendaciones, ni de dietas, ni de medicamentos, ni de formas.

Contar nuestra experiencia no define nada, solo significa contar algo que nos pasó, el que escucha puede “verse” reflejado y sentir que a él le puede hacer bien hacer lo que hizo el otro para mejorar o superar tal o cual caso, pero, contar una experiencia, no implica inducir al otro a hacer algo, solo describe un hecho y su consecuencia, solo eso.

Dicho esto y sin ánimo de pontificar, los que participan de este blog saben que soy solo un mero participante más y no he censurado nunca ninguna opinión, como ejemplo basta un botón, los comentarios en este sitio no se filtran, ni moderan, les mando un beso a todos… a los nuevos les doy la bienvenida (el programa de TV, PLAN A nos conectó a nuevos amigos y amigas) y BUENA VIDA PARA TODOS.











domingo, octubre 14

Un post viejo, para recordar. Todos los días son un buen día para empezar


“¡…Yo no puedo empezar, me re cuesta…! ¿Ay Dios por que es tan difícil?”

Con estas palabras o parecidas, recibo cientos de correos de obesos que llegan a la página, me cuentan que les interesa muchísimo el tema pero se lamentan por no poder comenzar con el proceso. Todos tienen la “intención” pero no se animan, no creen poder o simplemente le temen a un fracaso más.
Quiero decirles a todos que los comprendo, que es corriente que eso pase, que no es un “castigo” divino y que el común de los obesos tenemos ese sentimiento pesimista cuando nos decidimos a hacer algo para perder esos kilos de más que sentimos que nos matan (y no sentimos mal, si seguimos engordando nos matan de verdad).
Esta bien que tengamos esa sensación, como les decía, pero también está bien que tomemos todos los recaudos para vencerla. ¿Cómo? No existe una sola respuesta, Cada uno de Uds. tiene la suya y es la correcta. Debemos buscar dentro nuestro esa pizca de voluntad que hará que surquemos las primeras 24 horas y después las subsiguientes y así, hasta no darnos cuenta que ya estamos re enganchados y sintiéndonos todos los días un poco mejor. El “Solo por Hoy” de los “alcohólicos anónimos” funciona perfecto en nosotros, díganse todos los días que quieren estar mejor, piensen en sus hijos, novias, amantes, madres, tías, vecinos amados, y todos a los que quieren bien y quieren que los vean bien… o… les doy una idea: piensen en alguien considerablemente mucho mejor PIENSEN EN USTEDES MISMOS y vayan al médico especialista y después a psicólogo, y al nutricionista y empiecen mañana mismo y si hicieron las cosas bien todo el día y a la noche se “excedieron”, no le pongan atención, no se sientan culpables, ni se depriman solo descansen bien y levántense sin remordimientos y ¡¡¡VUELVAN A EMPEZAR!!!! Por que Uds. tienen la respuesta y sabrán encontrarla, nunca es tarde para sentirse bien. Un beso a todos y Buena Vida!!!

martes, octubre 9

trucos para poder salir


Hoy me preguntaban como hacía para ir a comer “afuera” y no tentarme a transgredir la dieta y yo le conté a mi interlocutor un par de truquitos que nacieron de mi propia experiencia y de mi

cansancio de prohibirme salir por no “perderme” en el intento. ¿Qué nos pasa siempre? Nos sentamos y nos comemos todo el pan o esa entradita que nos dan y el pan… o las galletas, o etc etc…. estamos aumentando considerablemente la cantidad de calorías que planeamos comer, sin siquiera disfrutar de ellas. Truquito uno: no nos sentamos hasta que llegue la comida… nos quedamos en la puerta del restorán… charlando o mirando vidrieras o leyendo el menú , u observando la decoración pero NO NOS SENTAMOS, truquito dos: nos chupamos un caramelo con azúcar, no sin azúcar, con azúcar…. Y lo saboreamos en la boca hasta que llegue la comida o hasta 5 minutos antes así no nos tentamos a comer nada, truquito tres: apio con catchup o mostaza o algún alineo Light hasta que llegue lo que pedimos para comer.
Es importante que salgamos a comer y disfrutemos de hacerlo, pero hay que prepararnos para ese momento previo que nos condena al final…. Un beso y buena vida para todos











jueves, octubre 4

Aprender a vivir


Debo decirles, amigas y amigos, que la obesidad no es solo una

patología o un síndrome metabólico alimenticio o una enfermedad heredada o un desorden psicológico o todas estas cosas juntas. La obesidad es una manera, errada por supuesto, de defendernos de otras cosas que "creemos" son "peores" que la obesidad. Algunas vez, hace muchos años, leí un articulo que proponía el siguiente ejemplo: La vida es una especie de "espejo" que muestra todas las "cosas" que "habitan" en ella, el obeso al ir engordando va tapando el espejo con su cuerpo y, de esa manera, "tapa" todas esas cosas que no quiere ver, osea, enfrentar. Cuando comienza a bajar de peso empieza a "revelar" todas esas "cosas" que "tapo", entonces, después de un tiempo, otra vez trata de tapar el espejo por que no puede enfrentar esas "cosas" y vuelve a engordar. Perder peso significa que debemos hacernos cargo de cosas que antes no nos haciamos cargo excusándonos en nuestra obesidad, empezar a disponer de nuestras vidas normalmente y para eso no nos preparan las dietas. Por eso la importancia que tiene la ayuda profesional, la terapia nos previene de ese momento cuando vemos en el espejo de nuestra vida aquellas cosas a las que le tememos o no sabemos resolver, nos da las herramientas necesarias para "resolver" esos dilemas que, de alguna manera, nos empujaron a "escondernos" detrás de esa masa de kilos. Los quiero mucho, nunca me falten y Buena Vida para Todos